enero 27, 2007

Y se va la bolita...



Ha pasado más de un año desde que escribí mi última entrada, si lo reconozco, entre todas las cosas que tenía que hacer mi blog no era la más relevante, pero ahora he hallado nuevamente un espacio que espero sea más constante.
Bueno, ¿y la ciudad que ha hecho durante este tiempo?

Señoras y señores estamos a dos semanas de comenzar la revolución del transporte urbano de Santiago. Así es, una revolución puesto que no vamos a cambiar de colores y las calles de algunos recorridos; no amigos mios, tenemos que cambiar nuestra costumbre de una micro un pasaje y mientras menos mejor.
Recuerdo que en mi anterior entrada sobre el Transantiago, sugería a las autoridades los puerta a puerta en los sectores más modestos, aprovechar los medios e insistir con la información, parece que me escucharon, porque las cosas se estan haciendo, un poco tarde eso si pero bueno. Más vale tarde que nunca.
Sin embargo, para que las revoluciones puedan resultar se necesita un incentivo para el pueblo. Por ejemplo en la revolución francesa, el pueblo lucho no por los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, sino porque el precio de la harina subió demasiado y la monarquía no se preocupó del tema. La revolución de la aviación donde se pasó del motor a pistón y helice a la turbina, no fue para ganar un concurso de velocidad como la copa Schnneider, sino porque Europa estaba en guerra y el que tuviera la mejor arma ganaba. El insentivo para el pueblo es lo que el gobierno no ha sabido mostrar, o los medios de comunicación no los han ayudado lo suficiente. Al contrario por todos lados la opinión sobre el Transantiago, es de rotundo fracaso como todo en Chile.
Yo me pregunto, ¿Qué falta?
Si alguien tiene una idea, por favor gustoso la oigo o en este caso la leo.

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